Las historietas no se hacen solas

En tercer año del secundario tenía una materia que se llamaba "Taller de expresión". En una de las clases la profesora estaba hablando de no recuerdo qué cosa cuando, en un momento que me tomó por sorpresa, me señala diciendo "...vos, por ejemplo ¿Cuál es tu ídolo?" De forma inmediata se me vino una palabra a la cabeza, pero por esa mezcla de prejuicios, soberbia y necesidad de encajar con el resto que uno suele tener a los quince años no la dije, de modo que contesté "no sé, no tengo". La profesora no me creyó e insistió con la pregunta y yo aclaré "no sé, no se me ocurre ninguno ahora" y la clase siguió por donde venía. Pero mientras sentía alivio porque se terminó ese horrible momento de exposición pública, empezaba a torturarme con la idea de que había sido un traidor por no haberme hecho cargo y haber negado que tenía un nombre para decir. La palabra que se me vino a la mente con la pregunta fue "Alcatena".

Volviendo más atrás, alrededor de los once años, estaba pasando por un momento donde me atraían mucho las historietas cuya estética me pareciera antigua, sobre todo de aventuras, fantasía y ciencia ficción, recientemente había descubierto muchas así de Editorial Novaro, no las de superhéroes que ya conocía desde más chiquito, sino otras que para mí eran novedosas aunque a algunos de sus personajes ya los conociera porque eran clásicos, para mi disfrute había encontrado una librería que tenía unas reediciones argentinas que compilaban cuatro o cinco números de las revistas de Novaro pero en tamaño pequeño, "los libritos" era el nombre génerico que usábamos con un amigo que también los compraba. Así, empecé a leer bastante a Tarzán, Flash Gordon, Fantomas, Cuentos Extraordinarios (Que traían historietas de terror al estilo EC) tanto en esos "libritos" como en las revistas originales que podía conseguir en algún kiosko o amigo que canjeara.



No sé muy bien como explicarlo y menos podría haberlo hecho en esa época, pero había algo más allá de las historias y personajes en sí que me atraía de esas revistas, era algo relacionado con la estética, algo que las historietas de aquel momento que también leía no tenían, me provocaban una nostalgia muy extraña porque era nostalgia de algo que no había vivido, atribuyo eso a la percepción de que esas historias compartían una estética que ya no existía y que me llamaba la atención, de hecho no creo que anteriormente esas cosas pesaran a la hora de leer una historieta, de algún modo estaba ampliando la forma de percibir lo que me interesaba. 

Había una que desconocía del todo hasta ese momento y que me fascinó mucho más que las otras, se trataba de "Tomajauk" eran historias de un aventurero de Norteamérica en la época de las guerra de la independencia, una mezcla de Western, fantasía y ciencia ficción histórica que me encantaba, eran historias breves y sintetizaban toda esa atmósfera que me atraía en aquellos días aunque los dibujantes eran diferentes y algunos me gustaban más que otros en las historietas de Tomajauk había, pioneros, indios, colonizadores ingleses y franceses, monstruos, máquinas infernales y trucos de astucia, superheroínas a caballo y hasta extraterrestres y viajes a la luna.





¿Que tiene que ver esto con Alcatena? Lo siguiente: Cuando uno es niño se interesa por las historietas atraído por los personajes y las historias, leer es un viaje porque lo que ocurre ahí le está pasando a alguien y en algún mundo eso existe. Uno sabe desde chico, aunque más no sea por verlo repetidamente en algunas revistas, que las historietas tienen un autor, pero la conciencia de que alguien las hace se va formando con el tiempo. Primero eso no interesa para nada, ni se piensa siquiera. Para mis once yo hacía un par de años que al menos sabía de la existencia de Oswal, de Quino, de Vogt y Robin Wood, pero no me importaba mucho eso. 

Era un detalle que figuraba en las historietas pero no tenía demasiada trascendencia en la lectura, en lo que importaba. Sin embargo, algo había cambiado en mi forma de ver las cosas, porque antes leía con el mismo interés cualquier tipo de historieta y en todo caso filtraba por si me gustaban los dibujos, los personajes o el tema, pero cuando me interesé por estas revistas de Novaro, como decía, ya estaba observando algo más allá. Una estética, un tipo de historieta, un estilo, importaba eso con el mismo peso que lo que pasaba en la historia y cómo eran, dónde estaban o qué hacían los personajes. Esa nueva búsqueda me abrió la puerta para darme cuenta de otro ingrediente más importante todavía: el autor.

Como ya conté en esta entrada, en mi casa no se compraba Anteojito sino Billiken, así que yo leía las Anteojito en casa de mis tías y de amigos. Y si bien me gustaban mucho las historietas que leía ahí, ni me planteaba la posibilidad de que se cambiara la costumbre de comprarla, me daba lo mismo. Con leerla así me alcanzaba. 

Así que un día en casa de mis primos me encuentro en Anteojito con una página de "Estrellazul". Ya nunca volví a leer igual. Me explotó la cabeza, me fascinó, encontraba todo lo que me venía atrayendo de Tomajauk y las demás Novaro pero llevado a una síntesis perfecta. "¡¿Qué es esto?!" pensé "¡Quiero más!" Y empecé a revisar todos los números que había buscando lo mismo. El caso es que mis primos tampoco tenían números consecutivos en ese tiempo, pero de todos modos fue suficiente porque encontré varias historias más con diferentes personajes. 

La mayoría tenía una página, de manera que no sabía de dónde venía y a dónde iban la historias pero me enganché. A pesar que se trataba de historias diferentes pude encontrar un hilo común que las identificaba, del mismo modo que antes hubiera pasado con el nombre de los personjes, el título de la revista y más tarde el sello editorial. Ahora me interesaba la firma, un pergamino que decía "Alcatena". Aunque ni siquiera era necesario, sus historietas se reconocían en seguida por su estilo. 

Me ocupé de hacer un raíd por cualquier casa donde sabía que había Anteojitos para que me las prestaran y leerlas y a buscar en las casas de canje para después recortar esas páginas y separarlas. Tenía páginas sueltas de Estrellazul, Diamante y Zafiro y Arlequín. La gloria fue cuando le cambié a un amigo varias revistas por un suplemento de una historia completa de Tic Toc Jr. ¡Tenía una "revista" entera de Alcatena! no me importaba nada lo "desfavorable" del negocio que había hecho. 

Más adelante le pedí a un amigo que compraba las Anteojito para seguir una colección de libros que venían con la revista, que me prestara todas las que tenía y me fuí con el pilón a casa. Las abrí consecutivamente poniéndolas encima desde atrás hacia adelante abiertas en las páginas de "Kassim y el Genio" para poder leerlas de corrido.

Y por supuesto, cuando dibujaba le copiaba la firma. Dibujaba el mismo pergamino pero ponía adentro mi nombre tratando de imitar la caligrafía.



Como decía, ya antes tenía idea que las historietas no se hacían solas, que tenían un autor, pero a partir de Alcatena entendí la importancia que tenía eso, por supuesto no del mismo modo que lo comprendería de más grande, pero sí lo suficiente como para saber que es una variable fundamental. A partir de aprender eso pude hacer retrospectiva de lo que me gustaba, recuperar los nombres y notar que había una relación entre las historietas que más me gustaban y sus creadores. Y a partir de allí tenerlo como condición a la hora de valorar lo que leía. Y me empezó a ofender que no figuraran los nombres en algunas revistas, no tenía más parámetro que el estilo y eso no alcanzaba.

Un tiempo después me fui decantando por otros intereses, para mis trece años había descubierto la historieta europea y me gustaba mucho. Para mí la historieta seria argentina era Columba y nada más, pero ya la había leído bastante de eso y me parecía que estaba muy lejos de la revista Cimoc, que era el parámetro de lo que más me interesaba entonces. Así que siguiendo ese camino de búsqueda como lector "adulto" descubrí la Skorpio, que si bien también encontraba lejos de Cimoc, era para mi una novedad y se parecía más algo más a lo que quería leer por esos días. 

Ni hablar cuando ahí descubrí otra vez la firma de Alcatena. Y ya no era el mismo que conocía de Anteojito, sino otro, más oscuro, que otra vez tenía para contarme justo lo que buscaba en ese momento. De modo que no me quedó otra oportunidad que convertirlo en mi ídolo. No había otra, era definitivamente el caso ejemplar en mi historia de lectura del nombre que tiene peso por si mismo, porque siempre me contaba historias que quería leer de un modo que me fascinaba. Incluso pensaba lo bueno que sería que dibuje tal personaje o tal historia. Soñaba con ver Eternia dibujada por él, por ejemplo. Por esa razón sigo lamentando, sí, todavía, haberme callado la boca cuando me preguntaron "¿Quién es tu ídolo?"



Comentarios

Jor dijo…
Viejo, te felicito muy buen post y muy linda historia. Me hizo emocionar no sabes como . Porque me identifico bastante (o mas)con tu vivencia, especialmente ese periodo que comentas buscando las historietas de Alcatena. Yo pase por algo similar. En mi casa si me compraban la anteojito, desde mediados de 1986, en realidad por los libros que traian (unas enciclopedias en tomitos). Pero en poco tiempo lo que mas me intereso a mi de la revista y el motivo de que me volviera loco esperando la siguiente fueron justamente las historietas de Alcatena. si bien, como te conte me la compraron desde mediados del 86, cuando aun estaba Kassim y El Genio, la primer historia que me atrapo fue Arlekin, y de ahi hasta la ultima diamante y Zafiro. Cuando terminaron de comprarmela afines del 88 creo, cuando termino la siguiente coleccion de libros, me dejaron de comprar la revi. Por suerte para ese momento habian terminado las colaboraciones de Alcatena con la revista, habiendo sido reemplazadas por otra historieta de ciencia ficcion llamada Invacion Omega creo, que tambien estaba muy buena. Esas revistas a causa de la presencia de las historietas de Alcatena se transformaron en un verdadero tesoro para mi. Que guarde por algunos años. Hasta que me obligaron a tirarlas entre 1991 y 1992. sin embargo el nombre de Alcatena, su firma en el pequeño trozo de pergamino, todas sus historias y personajes quedaron grabados para siempre en mi memoria y siempre las recvorde con mucho cariño y emocion. Recuerdo que siempre recorde con lujjo de detalle todo lo relacionado a esas historietas, casi cuando cerraba los ojos podia verlas en frente mio esas paginas cvuando las recordaba.Si bien despues segui leyendo comics a principios de los 90s deje de hacerlo a mediados de esa decada y durante alrededor de veinte años nada mas. Hasta que hace unos años, en esos momentos d etranquilidad, comence a tener una nostalgia retro por ciertas cosas que disfrute de niño. y una de las primeras ue recorde fue ALCATENA!! Asi me puse ia investigar quien era (veinticinco años despues de que saliera la ultima tira de Diamante y Zafiro) y que otras hobras realizo.(mas vale tarde que nunca). y me obsesione por volver a tener todo ese trabajo que habia leido de chico en los 80s. Asi que me dedique por un año a comprar todas las Anteojitos de ese periodo. Afortunadamente gracias a mi esfuerzo de buasar, caminar, recorrer, internet, mucho dinero gastado y tambien colaboracion de un par de grandiosas personas pude recolectar todo ese fantastico material de Alcatena publicado en Anteojito. Volvio a mis manos y pude volver a disfrutarlo. La verdad fue y es un sueño hecho realidad. Tengo ganas de publicarlo en algun blog todo eso algun dia. Pero antes quiero que me autorice el autor. Las revistas me las escanee todas (mas de doscientas) y seguramente las vendere en algun momento proximo, ya que ocupan mucho espacio en mi placard. Por otra parte tambien me obsesione por conocer y /o tener todo lo que hizo en esos mismos años y termine descubriendo un par de libritos en los que fue autor y dibujante llamados "Gunnar el Vikingo" y "Gunnar el Vikingo: El Retorno". Pertenecientes a una coleccion que saco editorial abril, los Chiquilibros (del cual tambien habia conservado hasta el dia de hoy un solo librito que no era de Alcatena). Salieron entre los años 86 y 87. Afortunadamente tambien los consegui esos dos libritos de Alcatena. Bueno un saludo y gracias por los recuerdos que compartiste y las emociones que me provocaron. Saludos!
¡Gracias por tu comentario! Me alegra mucho justamente porque me interesa esa resonancia con las experiencias ajenas que se produce al compartir las propias. ¡Saludos!
Anónimo dijo…
Miren aca esta todo lo de anteojito me parece!!!!!!
http://elpaisdelarlequin.blogspot.com.ar

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